domingo, 11 de febrero de 2018

Cuando el futuro se detuvo y regresamos al pasado.




   Hacerse el valiente cuando, Rafael Correa no cuenta con una custodia policial como los otros candidatos y lanzar los huevos y luego esconderse es de cobardes. Ser valientes cuando del contralor, los jueces, el Tribunal Constitucional, el Tribunal Electoral se ha sometido a jugadas tramposas del actual gobierno.
   Pretender mostrar la cara limpia de asambleísta cuando esa cara era solo una máscara que encubría la traición y la cobardía.  Ser periodista y ser el dueño de un medio de comunicación, que hace política, esto es coloca a grupos de políticos que responden al credo doctrinario del dueño del medio, que sería bueno si detrás de ese credo no estuvieran los grandes intereses de las familias mas ricas del país.
   Hoy ser un político ecuatoriano  volvió al pasado a ser un  chupamedias, en servil,  a espera de la repartición de los  botines mas importantes de los gobiernos en el Ecuador:  los cargos públicos, las obras publicas, y las tierras, la riqueza minera, ,  petrolera, maderera, pesquera y de la fuerza de trabajo (mediante malos salarios, créditos con altas tasas de interés y cobros por mora explotación laboral por medio de malos salarios, tercerización o subcontratación mediante un intermediario, el trabajo inestable, mediante los llamados contratos provisionales en los servicios públicos, el esclavismo moderno.
 Los ecuatorianos dejamos de ser una población movilizada hacia el estudio, el trabajo, la participación critica en la  política, que se vivía cada sábado en todos los rincones del país, cuando el anterior presidente, exponía lo que se iba a hacer, lo que se estaba haciendo y lo que se había hecho, evaluando públicamente los pros y los contras.  Hemos vuelto a ser la multitud expectante, que ve a Cristo en el calvario y se vuelve cómplice de su crucificción.   Así hemos visto como se pretende crucificar a Rafael Correa, y a sus mas leales colaboradores, como a espartaco y sus gladiadores en el Imperio Romano.
Dejamos atrás el enterarnos cada semana de lo que pasaba fuera de Quito, ahora el Palacio de Carondelet es la cueva de Allí Baba.
Ya no tenemos el presidente que dormía en casas modestas, que comía en los mercados, que recorría las carreteras del país en su bicicleta, que se abrazaba con la gente, que criticaba a sus funcionarios y a los empleados públicos, que obligaba a los ministros a sentarse junto al pueblo en los pueblos.
Hemos vuelto a los ministros encaramados en edificios caros y oficinas lujosas, con vehículos caros y choferes. Ya no existen los altos funcionarios que llegan en bus o a pie, que ya eran escasos en el gobierno anterior.
Ya no tenemos los colegios evaluados, los estudiantes evaluados y felicitados públicamente, ni las casas abiertas donde los pueblos del país se enteraban de sus derechos, de las posibilidades de crédito, del funcionamiento y los servicios públicos a su alcance, de lo que hacían los artesanos, campesinos, las organizaciones.   Vivimos los informes semanales de un presidente que cuando era vicepresidente de Correa, pedía una sonrisa a los ecuatorianos como gesto amable y que olvido esa sorisa y que en su boca ahora solo es una mueca de labios finos que muestran sus comisuras, una hacia arriba y otra hacia abjo, propio de las personas hipócritas.  Hoy su pésima oratoria, que se atranca en frases que las repite hasta que le llega alguna idea o puede hilar la siguiente frase, muestra estallidos de su grosería innata, con palabras vulgares como "qué carajo", al referir a otra función del Estado, la Funcion de transparencia y control social de la que se ha apropiado, o de "insolente intromisión" a la Corte Interamericana de Derechos Humanos que ratificaron en un primer momento lo que en el futuro será un hecho, que hubo trampa en la consulta popular, tanto en la formulación de las preguntas como en el procedimiento para que estas puedan ser formuladas.

El futuro se detuvo y volvimos al pasado, a ese pasado donde las obras se prometían pero no se hacían, donde los funcionarios públicos lo demoran todo, haciendo reaparecer los tramitadores, que son los amigos de los funcionarios, que ganan dinero y comparten las ganancias con los que reciben salario de estado, a cambio de que el trámite, el servicio, la justicia, la obra se agilite.

Volvimos a los tiempos en que el MPD, ahora llamado Unidad Popular, el partido marxista, leninista, estalinista, maoista del Ecuador, que se apropió del Seguro Social Campesino, de la educación primaria, secundaria y universitaria, y de los sindicatos de empleados del estado, ha vuelto y se prepara para volver al Ecuador en el país de las huelgas junto con la CONAIE, la Confederacion de Organizaciones Indígenas, que llegó a configurar el poder de los llamados "ponchos dorados", de la época de Gutiérrez, en que querían crear estados paralelos indígenas en cada provincia del Ecuador con un cacique en cada territorio.
Hemos vuelto a vivir el país de la cobardía, del entregismo de la falta de soberanía, que tiembla ante reclamos sin sentido de Perú, como el del muro en el río Tumbes, para proteger de inundaciones a la población fronteriza de Huaquillas, y a duras penas solo porque la constitución de Montecristi obliga al gobierno a proteger a Julian Assange, se le da todavía alberge en la embajada en Londres.


Hemos vuelto a revivir a esos politicos cobardes y traidores que con su cobardía redujeron al territorio del  Ecuador,  que tenía fronteras que llegaban al Brasil.    Esa cultura de políticos cobardes  perdió nuestro territorio si mostrar la más mínima valentía.   Paraguay perdió su territorio cuando todos sus hombres capaces de portar una arma fueron muertos y la  mujeres empuñaron los fusiles.   Nuestros viejos políticos que están reviviendo convirtieron a Ecuador, el único país de Sudamérica que perdió siempre, en  el nido de la cobardía de América de Sur.  Correa nos entregó un país 5 veces mas grande, gracias a la firma de nuevos tratados con Perú, Colombia y Costarica
Este  el 4 de febrero del 2018, volvimos a mostrar nuestra  pequeña estatura física y sobre todo mora.  afianzada sobre todo en  Sierra Andina,  esa pequeña estatura de los Cañaris que se ofrecieron al conquistador Sebatían de Benalcára   para someter a los seguidores de Atahualpa el ultimo Inca y que luego, como premio a su su conducta servil,  de 50 mil aborígenes fueron reducidos a 5 mil, pues el resto murieron de desnutrición, tuberculosis  malos tratos en la minas, terminaron con el sobrenombre de  "mitayos", o indios mineros.

Hemos vuelto a esos lideres  politicos que no tuvieron remordimiento y sabiendo que Juan José Flores, el quer fraguó el asesinato del Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre,  jefe de las tropas de Simón Bolívar, que liberó Ecuador, Perú y Bolivia, y esos cobardes políticos  eligieron a este miserable como primer presidente de la naciente República del Ecuador.
Hemos regresado al país de las muchedumbres ebrias de su religiosa capital, que quemaron al presidente que les dio la una conexión rápida mediante el tren con el mar, que les dio la educación laica, el divorcio, y separó al Estado ecuatoriano de  a la Santa Madre Iglesia, que nos enseñó a ser  mentirosos, hipócritas, serviles, una iglesia  que le daba lo mismo apoyar a Perú  o a Ecuador,para que se maten entre católicos,


Hemos devuelto el poder a  esos borrachos ecuatorianos, pues en el mundo nos identifica por eso,  que asesinaron al   que liberó a buena parte de los indios del concertaje, que dio paso a los hospitales, escuelas, colegios, institutos militares y colegios femeninos, creando empleos públicos para las mujeres,  Pero precisamente esas mujeres "golpea buche", que tragan miles de hostias para acallar a su conciencia de bochincheras, mentirosas y de presumida son las que dan mas alaridos contra Correa.


Se hace necesario quebrar la moral caduca y farsante de nosotros los quiteños, para eso lo ideal es proponer a Julian Assange como alcalde de Quito, porque ha sido un hombre valiente, y el Ecuador protege en su embajada por eso, por atreverse ha enfrentar a los gobiernos de Estados Unidos, Inglaterra y Australia, su país natal, que lo quieren preso por atreverse a publicar secretos de estado que mostraban el grado de incidencia de las embajadas, la CIA, la Seguridad Nacional en los gobiernos, guerras, y  la destrucción o desaparición de personas por razones políticas en todo el mundo.   Julan Assange. ha vivido mas de 5 años en la embajada de Ecuador en Londres, y esto le da derecho a ocupar cualquier cargo de representación en cualquier parte del país, pues las embajadas son territorio ecuatoriano que representa a todas las jurisdicciones nacionales, una persona que se ha desempeñado en un cargo,  o ha vivido sin salir  en una embajada, puede ser candidato en cualquier parte del país sin que necesite cumplir con el requerimiento de haber vivido 2 años en el lugar en que quiere postularse,

 Hemos tenido alcaldes de Tulcán como Rodrigo Paz, de Loja  como Jamil Mahauad, del centro del país, de Riobamba, como Paco Moncayo, y nacidos en embajadas como Sixto Duran, Assange tiene derecho a postularse para alcalde de Quito, pues en Quito está la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores que es el lugar y la instancia que lo acogió

  

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