Maximiliano Moreno
Para hacer el programa de televisión SALUD Y VIDA EN LA MITAD DEL MUNDO, me he puesto a reflexionar lo que es la vida humanan y el trabajo que hacen los que históricamente han tratado de hacer los que cuidan de ella.
La vida humana como la de cualquier especie en el universo, tiene particularidades, que le han permitido ser la especie capaz de transformar el planeta mediante productos de su mente.
Este desarrollo del ser humano, dentro de la trialéctica o triple lectura, nos lleva a considerar tres aspectos de su vida: la base material o cuerpo, su desarrollo interior que tiene en su mente el principal agente, y el dominio de su entorno que se lo debe al desarrollo de actividades e instrumentos que le permiten este poder sobre la naturaleza.
En su cuerpo, el dominio del equilibrio vertical, la oposición del pulgar, la visión en color y profundidad, son las particularidades que determinaron su anatomía y fisiología
En su mente, el desarrollo de las conexiones neuronales, zonas cerebrales de acción específica, y el desarrollo de fortalezas particulares para cada ser humano.
En tanto socialmente, el manejo y control del entorno ecológico y social son los que le han permitido vivir mas tiempo, en condiciones adecuadas para la sociedad y el ambiente en la que la persona ha nacido.
Actualmente la vida humana ha superado muchas amenazas que venían del mundo exterior. Cuando estas amenazas eran la causa más común de muerte, los humanos consideraban que Dios o el demonio estaba en este espacio amenazante, sea la naturaleza u otros seres humanos, de acuerdo a la bondad o peligro que esto representaba. Así es como se llegó a considerar que la casualidad, ante el desconocimiento de la causalidad llegó a tener un rango divino.
Durante este tiempo en que las causas eran desconocidas, se desarrolló una medicina sintomática, en que los terapeutas aprendían a resolver los daños a las personas, mediante el manejo de los signos y síntomas alarmantes. Para esto se usaban plantas, animales, ritos, sangrías, trepanaciones, en fin millones de recursos, de acuerdo a las características locales y a prejuicios o juicios sociales.
En la medida en que las causas de las enfermedades se van conociendo, aquel Dios y sus seguidores, que se postraban ante el para pedir favores, van dando paso a seres humanos que reaccionan ante la realidad mediante actitudes que enfrentan las causas, lo que ha dado paso a una medicina etiológica o causal, en que los terapeutas, atacan, con preferencia, a la causa, y canalizan los efectos que puede generar un agente causal de dañó.
Es así como los agentes externos dependientes de amenazas biológicas, han dado paso a agentes causales generados por el mismo ser humano, comenzando por la condiciones de vida, como el hábitat, el acceso a alimentos, agua, medicinas y tratamientos, etc.
Esta medicina etiológica, ha llevado a un explosivo crecimiento de la población humana del planeta, pero lo más grave, es que esta nueva población consume y agota los recursos de la Tierra de manera acelerada, convirtiendo al momento en el factor causal de la mayor devastación producida luego de la caída de un cometa en el Yucatán, hace 60 millones de años, que se estima fue la causa de la desaparición de los dinosaurios.
Estamos viviendo el momento en que la salud humana ya no depende de causa bio-psico-sociales, que eran los factores que decidían nuestro provenir, sino que nos enfrentamos a la seria posibilidad de necesitar emigrar de este planeta, porque lo estamos convirtiendo en un espacio inhabitable.
Ante esta realidad a la que los profesionales de la medicina, no la perciben dentro de las aulas de preparación estudiantil, se hace necesaria la creación de una nueva medicina ecológico-cultural, que sea capaz de entender, cómo es posible convertir a los profesionales de la salud en motores sociales de cambio, hacia una convivencia con la naturaleza, la diversidad cultural y de cada ser humano, que es lo que permite la sociedad de dominación del conocimiento, el tiempo y la distancia.
Para hacer esta nueva medicina, es necesario que cada ser humano sea el primer doctor, esto es el dueño de un conocimiento básico y elemental, que le permita evitar la muerte de sí mismo, los seres queridos, otras personas, de lo bueno de la cultura en que vive o del entorno social y ambiente natural.
Esta situación nueva, en que los daños y la enfermedad producen impacto personal, social y ecológico, por minúsculos casuales, por lejanos y curiosos que parezca, donde gracias a la globalización y al domino de tiempo y el espacio, por las comunicaciones, el transporte, la tecnología y el acceso a la información y el conocimiento, que dejó de estar en sitios o personas privilegiadas y pasó a estar en la Internet y en todo lugar o persona, es la atmósfera de esta nueva medicina.
En esta nueva medicina, cada agente curativo, deja de ser el simple aplacador de problemas de salud y pasa a ser un consejero, que induce a su paciente a tener una actitud. Es decir pasa a ser un catalizador del recurso humano.
Pero este papel no es nuevo, en las sociedad de dominación territorial, donde los reyes, caciques o jefes decidían la suerte y muerte de su sometidos, los terapeutas, curanderos y shamanes, colaboraban para que el doliente, sienta su vida como un o regalo del rey o del jefe, que era en último de los casos, quien decidía la guerra, la paz, el territorio, el uso de recursos naturales, la convivencia familiar o íntima.
En las sociedades de dominación moral, donde los religiosos eran los titiriteros del poder, y los reyes o jefes apoyaban cultos que le favorecieran, la salud era un regalo o bendición diaria del o los dioses a los que se les debía complacer con conductas, rituales, recursos materiales y cuanto prescribían los textos y sacerdotes.
En la sociedad de dominación del dinero y los partidos políticos, que estamos viviendo en la mayoría de países del mundo, la salud es un derecho que da el gobierno o el dinero del que se dispone. Si el gobierno no tiene interés en ella, y quiere favorecer a un grupo humano, el resto se ve con la enfermedad y si el enfermo no puede contar con dinero, para salvarse o salvar, dentro o fuera del país, a los que puede socorrer, esta condenado.
En la sociedad del conocimiento, la salud es un bien personal que se lo cultiva, mediante acciones o conductas consecuentes con la realidad. En esta sociedad que existe desde el origen del hombre, los seres humanos le deben su salud a si mismos, a su clara comprensión de su cuerpo, el uso adecuado de su mente y la armónica relación con el entorno.
En la sociedad de dominación del tiempo y del espació, la salud es la capacidad de llegar a la perpetuidad, y a lugares remotos dentro y fuera del planeta mediante maquinas e inventos, que lo permiten. En esta sociedad, la salud depende de lo que los seres humano inventan, crean o implementan. La ciudad, es un claro ejemplo de esto, pues se trata de espacios vitales, done el ser humano puede disponer de energía, luz, agua, transporte, abrigo, etc. de manera independiente a los caprichos de la naturaleza. En este tipo de sociedad, la interconexión humana o lo que se llama la salud corresponsable, donde la la salud está en directa relación con lo que otros seres humanos hacen, piensan, creen o construyen y a la relación del grupo con el entorno.
Todas estas formas de salud, y de terapeutas de la salud han existido desde el origen del hombre, pero en su tiempo tuvieron el de su lado el poder, esto es el respaldo de una fuerza colectiva humana, que los amparaba y les permitía usar los recursos disponibles para entonces. Estas formas de salud, van cediendo espacios en la medida que las fuerza que las amparan pierden el respaldo del colectivo humano y si el nuevo colectivo humano fracasa en la posibilidades de dar salud, retornan a ser poder.
Así pues si el mundo de la tecnología que nos ha llevado a la vida o presencia humana fuera del planeta, como lo que está pasando desde mediados del siglo XX, no llega a tiempo para detener el cambio climático, la explosión demográfica, y la conflictividad humana, o la generación de grandes trastornos biológicos, sicológicos, sociales y ambientales, a tiempo, los sobrevivientes, de zonas desbastadas, como hoy lo es Somalia en Africa, adoptarán formas de salud propias, sean subordinadas a tiranías personales, religiosas, económico-políticas o científico-tecnológicas, o liberadas de éstas.
Este desarrollo del ser humano, dentro de la trialéctica o triple lectura, nos lleva a considerar tres aspectos de su vida: la base material o cuerpo, su desarrollo interior que tiene en su mente el principal agente, y el dominio de su entorno que se lo debe al desarrollo de actividades e instrumentos que le permiten este poder sobre la naturaleza.
En su cuerpo, el dominio del equilibrio vertical, la oposición del pulgar, la visión en color y profundidad, son las particularidades que determinaron su anatomía y fisiología
En su mente, el desarrollo de las conexiones neuronales, zonas cerebrales de acción específica, y el desarrollo de fortalezas particulares para cada ser humano.
En tanto socialmente, el manejo y control del entorno ecológico y social son los que le han permitido vivir mas tiempo, en condiciones adecuadas para la sociedad y el ambiente en la que la persona ha nacido.
Actualmente la vida humana ha superado muchas amenazas que venían del mundo exterior. Cuando estas amenazas eran la causa más común de muerte, los humanos consideraban que Dios o el demonio estaba en este espacio amenazante, sea la naturaleza u otros seres humanos, de acuerdo a la bondad o peligro que esto representaba. Así es como se llegó a considerar que la casualidad, ante el desconocimiento de la causalidad llegó a tener un rango divino.
Durante este tiempo en que las causas eran desconocidas, se desarrolló una medicina sintomática, en que los terapeutas aprendían a resolver los daños a las personas, mediante el manejo de los signos y síntomas alarmantes. Para esto se usaban plantas, animales, ritos, sangrías, trepanaciones, en fin millones de recursos, de acuerdo a las características locales y a prejuicios o juicios sociales.
En la medida en que las causas de las enfermedades se van conociendo, aquel Dios y sus seguidores, que se postraban ante el para pedir favores, van dando paso a seres humanos que reaccionan ante la realidad mediante actitudes que enfrentan las causas, lo que ha dado paso a una medicina etiológica o causal, en que los terapeutas, atacan, con preferencia, a la causa, y canalizan los efectos que puede generar un agente causal de dañó.
Es así como los agentes externos dependientes de amenazas biológicas, han dado paso a agentes causales generados por el mismo ser humano, comenzando por la condiciones de vida, como el hábitat, el acceso a alimentos, agua, medicinas y tratamientos, etc.
Esta medicina etiológica, ha llevado a un explosivo crecimiento de la población humana del planeta, pero lo más grave, es que esta nueva población consume y agota los recursos de la Tierra de manera acelerada, convirtiendo al momento en el factor causal de la mayor devastación producida luego de la caída de un cometa en el Yucatán, hace 60 millones de años, que se estima fue la causa de la desaparición de los dinosaurios.
Estamos viviendo el momento en que la salud humana ya no depende de causa bio-psico-sociales, que eran los factores que decidían nuestro provenir, sino que nos enfrentamos a la seria posibilidad de necesitar emigrar de este planeta, porque lo estamos convirtiendo en un espacio inhabitable.
Ante esta realidad a la que los profesionales de la medicina, no la perciben dentro de las aulas de preparación estudiantil, se hace necesaria la creación de una nueva medicina ecológico-cultural, que sea capaz de entender, cómo es posible convertir a los profesionales de la salud en motores sociales de cambio, hacia una convivencia con la naturaleza, la diversidad cultural y de cada ser humano, que es lo que permite la sociedad de dominación del conocimiento, el tiempo y la distancia.
Para hacer esta nueva medicina, es necesario que cada ser humano sea el primer doctor, esto es el dueño de un conocimiento básico y elemental, que le permita evitar la muerte de sí mismo, los seres queridos, otras personas, de lo bueno de la cultura en que vive o del entorno social y ambiente natural.
Esta situación nueva, en que los daños y la enfermedad producen impacto personal, social y ecológico, por minúsculos casuales, por lejanos y curiosos que parezca, donde gracias a la globalización y al domino de tiempo y el espacio, por las comunicaciones, el transporte, la tecnología y el acceso a la información y el conocimiento, que dejó de estar en sitios o personas privilegiadas y pasó a estar en la Internet y en todo lugar o persona, es la atmósfera de esta nueva medicina.
En esta nueva medicina, cada agente curativo, deja de ser el simple aplacador de problemas de salud y pasa a ser un consejero, que induce a su paciente a tener una actitud. Es decir pasa a ser un catalizador del recurso humano.
Pero este papel no es nuevo, en las sociedad de dominación territorial, donde los reyes, caciques o jefes decidían la suerte y muerte de su sometidos, los terapeutas, curanderos y shamanes, colaboraban para que el doliente, sienta su vida como un o regalo del rey o del jefe, que era en último de los casos, quien decidía la guerra, la paz, el territorio, el uso de recursos naturales, la convivencia familiar o íntima.
En las sociedades de dominación moral, donde los religiosos eran los titiriteros del poder, y los reyes o jefes apoyaban cultos que le favorecieran, la salud era un regalo o bendición diaria del o los dioses a los que se les debía complacer con conductas, rituales, recursos materiales y cuanto prescribían los textos y sacerdotes.
En la sociedad de dominación del dinero y los partidos políticos, que estamos viviendo en la mayoría de países del mundo, la salud es un derecho que da el gobierno o el dinero del que se dispone. Si el gobierno no tiene interés en ella, y quiere favorecer a un grupo humano, el resto se ve con la enfermedad y si el enfermo no puede contar con dinero, para salvarse o salvar, dentro o fuera del país, a los que puede socorrer, esta condenado.
En la sociedad del conocimiento, la salud es un bien personal que se lo cultiva, mediante acciones o conductas consecuentes con la realidad. En esta sociedad que existe desde el origen del hombre, los seres humanos le deben su salud a si mismos, a su clara comprensión de su cuerpo, el uso adecuado de su mente y la armónica relación con el entorno.
En la sociedad de dominación del tiempo y del espació, la salud es la capacidad de llegar a la perpetuidad, y a lugares remotos dentro y fuera del planeta mediante maquinas e inventos, que lo permiten. En esta sociedad, la salud depende de lo que los seres humano inventan, crean o implementan. La ciudad, es un claro ejemplo de esto, pues se trata de espacios vitales, done el ser humano puede disponer de energía, luz, agua, transporte, abrigo, etc. de manera independiente a los caprichos de la naturaleza. En este tipo de sociedad, la interconexión humana o lo que se llama la salud corresponsable, donde la la salud está en directa relación con lo que otros seres humanos hacen, piensan, creen o construyen y a la relación del grupo con el entorno.
Todas estas formas de salud, y de terapeutas de la salud han existido desde el origen del hombre, pero en su tiempo tuvieron el de su lado el poder, esto es el respaldo de una fuerza colectiva humana, que los amparaba y les permitía usar los recursos disponibles para entonces. Estas formas de salud, van cediendo espacios en la medida que las fuerza que las amparan pierden el respaldo del colectivo humano y si el nuevo colectivo humano fracasa en la posibilidades de dar salud, retornan a ser poder.
Así pues si el mundo de la tecnología que nos ha llevado a la vida o presencia humana fuera del planeta, como lo que está pasando desde mediados del siglo XX, no llega a tiempo para detener el cambio climático, la explosión demográfica, y la conflictividad humana, o la generación de grandes trastornos biológicos, sicológicos, sociales y ambientales, a tiempo, los sobrevivientes, de zonas desbastadas, como hoy lo es Somalia en Africa, adoptarán formas de salud propias, sean subordinadas a tiranías personales, religiosas, económico-políticas o científico-tecnológicas, o liberadas de éstas.
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